Arquitectura religiosa
Los edificios religiosos de Roma constituyen una parte fundamental
del patrimonio monumental de la ciudad capitolina: estos son el símbolo
de la importancia cultural, social y artística del componente religioso
durante todos los periodos de la historia romana.
Los más importantes edificios sagrados de la Antigüedad fueron los templos:
no eran lugares de congregación de los fieles, sino que albergaban
únicamente la imagen de la divinidad a los que estaban dedicados. Se
estima que en la tardía edad repúblicana de Roma habría cerca de un
centenar de templos.
Hay Roma, hay varios centenares de iglesias cristianas y su historia
se entrelaza con la historia religiosa, social y artística de la ciudad.
La catedral es la basílica de San Giovanni in Laterano, una de las
cuatro basílicas patriarcales o papales junto con la basílica de San Pedro en el Vaticano,
la Basílica de San Pablo
Extramuros y la basílica de Santa Maria
Maggiore.
Las cuatro basílicas formaban parte del así llamado "paseo de las
siete iglesias" que los peregrinos debían recorrer a pie y un único día.
Las otras tres iglesias que formaban parte de ese itinerario son la Basílica de San Lorenzo
Extramuros, la Basílica de la Santa
Cruz de Jerusalén y la basílica de San Sebastiano fuori le mura.
Roma es la ciudad con el mayor número de iglesias en el mundo,
considerando también el importante número de lugares de culto
protestantes, ortodoxos y de otras confesiones cristianas.
Entre 1984 y 1992, en el barrio llamado Parioli, se construyó la mezquita más
grande de Europa, que ocupa una superficie de 34.000 m²; así mismo,
en el barrio judío se encuentra el Templo
Mayor de Roma, completado a principios del siglo XX.
También son muy numerosas las construcciones religiosas funerarias:
en Roma están presentes alrededor de sesenta catacumbas, los cementerios
subterráneos cristianos del primer siglo después de Cristo;
los mausoleos, tumbas de excepcional monumentalidad, adornaban las vías
consulares (especíalmente la famosa Vía Appia). No faltaban los
sepulcros, hipogeos, necrópolis y tumbas en forma de pirámides, basadas
en el modelo egipcio.
Los principales cementerios romanos son el cementerio
del Verano, el cementerio comunal y monumental de la ciudad; el
cementerio Flaminio, el más grande de Italia; y el cementerio acatólico
de Roma (o de los protestantes), establecido en la primera mitad del
siglo XVIII para la sepultura de los extranjeros practicantes de otras
religiones.
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