Roma es la única capital europea que ha conservado casi completamente el circuito de sus murallas, que pueden dividirse en seis sistemas defensivos distintos (las murallas romuleanas, las murallas servianas, las murallas aurelianas, las murallas leoninas, las murallas Vaticanas y las murallas gianicolenses).
La principal muralla de la ciudad, construida por orden de Aureliano, presentaba 16 puertas, la mayor parte de las cuales coincidía con una vía consular: entre ellas, la puerta San Sebastiano, la puerta San Paolo, la puerta del Popolo y la puerta Pía.
Otras imágenes características de Roma, sobre todo en la época medieval, eran las torres y los castillos, residencias de las poderosas familias baronales que apadronaron la ciudad entre el siglo X y el XIV: Gregorovius afirmó que, en la Edad Media, Roma contaba con alrededor de 900 torres, la mayor parte de éstas destruidas en la segunda mitad del siglo XIII; numerosos castillos han, en cambio, sobrevivido y caracterizan el paisaje de la campiña romana.
Después de la unificación de Italia, la ciudad pasa a estar protegida por un campo atrincherado compuesto por quince fuertes que formaban un anillo de alrededor de 40 km.
No hay comentarios:
Publicar un comentario