martes, 12 de junio de 2012

Arquitectura civiles

Los edificios civiles de Roma consisten en varios centenares de edificios y otros monumentos que acompañan a la historia de la ciudad a lo largo de sus 28 siglos: de la 'arx Capitolina y las domus (casas) de la antigua Roma a los edificios señoriales de la Edad Media, desde las lujosas villas de la Roma pontificia a las edificaciones modernas que caracterizan la zona EUR y los barrios más recientes.
La Plaza del Campidoglio alberga el edificio Senatorial, sede de representación de la municipalidad de Roma, y el edificio de los Conservadores así como el edificio Nuevo, sede de los museos Capitolinos. Múltiples son los edificios históricos de la ciudad, sede de las familias nobles, cardinalicias y papales que ejercitaron su poder en Roma: entre estos, el palazzo Venezia, el palacio Farnesio, el palacio Colonna y el palacio Barberini.
Después de la anexión de Roma al Reino de Italia, muchos edificios fueron utilizados como sedes de varios órganos del gobierno provincial, regional y nacional, como el palacio del Quirinal, sede de la Presidencia de la República; el palazzo Madama, sede del Senado de la República; el palazzo Montecitorio, sede de la Cámara de los Diputados; el palazzo Chigi es sede del Gobierno Italiano; el palazzo Valentini, sede de la provincia de Roma; el palazzo Koch, sede del Banco de Italia; el palazzo della Consulta, sede de la Corte Constitucional; el Palacio Spada, sede del Consejo de Estado; el Palazzo de Justicia (conocido como el Palazzaccio), sede de la Corte Suprema de Casación, y los varios palacios ministeriales.
También son numeroas las villas y jardines que formaban parte en el pasado de las moradas de los nobles, construidos u arreglados a partir de los jardines urbanos que pertenecían a los personajes sobresaliente de la Roma antigua (las huertas). Las villas urbanas más grandes son la Villa Doria Pamphilj, y la Villa Borghese, la Villa Ada, la Villa Giulia y la Villa Torlonia.
En el transcurrir de su historia plurisecular, Roma fue sede de centenares de teatros y otros edificios dedicados al entretenimiento, como los circos (el circo más célebre fue el Circo Massimo, capaz de albergar alrededor de 250.000 spettatori, récord aún hoy en día sin ser superado) y los anfiteatros (el mayor de los cuales, el Coliseo, se ha convertido en símbolo de la ciudad y emblema cultural mundial).
Roma, además, es abundante en fuentes y acueductos: entre las fuentes monumentales, la mayor parte de las cuales fueron construidas por orden de los Papas al comienzo de la edad moderna, están la fontana de Trevi, la fontana dell'Acqua Felice (o del Moisés), las Cuatro Fuentes, la fuente de la Barcaccia, la fuente de los Cuatro Ríos, la fuente de Neptuno y la fuente de las Naiades.
Los acueductos se construyeron en la Antigüedad: su longitud llegó a medir alrededor de 350 km; en la modernidad los Papas los hicieron restaurar y construyeron algunos otros; los últimos fueron construidos en el transcurso del siglo XX.
El centro de la ciudad también está caracterizado por algunos arcos triunfales antiguos (el arco de Tito, el arco de Septimio Severo, el arco de Constantino) y los restos de varias termas, uno de los principales lugares de reunión durante la Antigüedad (entre éstas, las principales son las termas de Caracalla, las termas de Diocleciano y las termas de Tito).


El Tíber y el Aniene, los ríos que atraviesan la ciudad, están atravesados por más de una trentena de puentes: en el área urbana, 28 atraviesan el Tíber (entre ellos el puente Milvio, el puente Sant'Angelo y el puente Sisto), mientras que 5 se han construido para atravesar el Aniene, entre los cuales está el puente Nomentano.

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